Sonrisas,
lágrimas de risas,
silencios compartidos,
silbidos de aire
que entran por la nariz
bombeando vida al corazón;
llenando de días las heridas;
sonando el runrun del tiempo
que va por dentro,
con un sentimiento pleno
de estar tan a gusto,
que no hay prisa por nada.
Vuelvo
a donde siempre
he querido estar:
al lugar
en que nada sale mal,
y si sale,
que más da,
no importa nada más
que mi verdad:
Aquí y ahora
estoy completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario