Lo Sublime

Miro la caja, el dolor me sobresalta
muevo mis cejas con atenta mirada
la piel de gallina el vello levanta,
lo bello y sublime, me espanta.

Mi boca se estremece, saliva rabia
el fruncir el ceño, arruga mi cara
el mentón se descompone
entre hombros que no dice nada.

Las muñecas estás quietas,
aunque bien enseñan las palmas
de camino a recorrer el cabello
al ver el dolor de otras almas.

Mientras, no digo nada.
Recorre un escalofrio mi espalda
mis piernas tiritan sin saber nada
dejando a los pies en la estacada.

Miro la caja y dentro...
...dentro no hay nada.

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