Naranja

Vienes del hispánico,
arábico, persa y sánscrito;
desde que has nacido,
has viajado por los tiempos
los tornados, las tormentas y las lenguas.

Te veo todo el año
en el cítrico fruto colorado.
En otoño, con distinciones en los árboles,
en amaneceres en los mares
y muchas veces en los bares.

Simbolizas el budismo,
el conocerse mejor a uno mismo.
Resaltas las palabras,
para quedarte con ellas
marcas con las llamas, el resto de la hoguera.

Llamas la atención en la carretera
con sombreros, petos, trajes y chalecos;
en cruces y semáforos dices precaución
para que pasen sólo los atentos.

Dicen que la mitad tuya,
en algún sitio espera, aunque
cada uno de nosotros somos una entera
que en todo caso,
busca en verano, o en primavera
un poquito de fresco fuera de la nevera.