Abecedarios en Palabras

(A Victor Carbajo)

“¡Alfabetogámico abecedario el que lleva encima el pusilánime dromedario!
¡Dosificando moléculas de agua en jorobas y en aldabas!
¡Agazapado, acolchado con glutanato de Potasio!”.
Eso fue lo que le dijo Domenikos Theotokopoulos, el Greco
(Alias el Tiranosaurus Sabius), al pintar
los cuadrúpedos equinoandantes donados,
por los magnates de reinos y el condados
en aquel cuadrado titulado: "Nuncalohepintado".

Ahora, en el presente, parecido discurso puedes escuchar,
puesto que lo mismo te dice un otorrinolaringólogo,
que un electroencefalografista con esternocleidomastoideo espeluznante:
¡Ambos creen que pueden mostrar electroencefalográficamente
que la cienmilmillonésima parte del ácido desoxirribonucleico,
es, acaudaladamente superior que la milmillonésima parte
del Ácido Ribonucleico mensajero tomado por Tomografia Axial Computerizada.

Esto es, en castellanoparlante hablado, homogéneamente concomitante
con el perseverante constructivismo, que es, descaudilladamente
contrarrevolucionario, en la cumplimentacion de los pleitos jurásicos
del desenfadado constructor del templo del tiempo
(la tercera persona del singular en mayúsculas):

Él.

Será (Él) el encargado de cumplimentar todos los formularios que desee,
tanto con palabras levógiras como con dextrógiras, pero,
¡Tendrán que estar instrumentadas todas las palabras todovocálicas!
Así, se podrá desincrustar a los mutilados murciélagos pornófobos
de las luciérnagas y las libélulas alborotadas
de tanta palabra rimbombante, consonante y aturullante.

¡Aleluya!

Al alentar esta acción, transfundiremos el néctar toxicoionizante
para conseguir cuadrangular el círculo (con los cuatro elementos)
en tres trirrectángulos (el espíritu, el cuerpo y el alma)
así, Hermes Trismegisto, al levantar la cabeza, podrá decir:

“¡Que Cristo!”